Cuando un deportista se lesiona se debilitan algunas de sus estructuras fisiológicas. Esto provoca que, una vez recuperada la funcionalidad, el cuerpo no está preparado para actuar a pleno rendimiento y se debe realizar un entrenamiento específico desde que se lesiona hasta que vuelve a la práctica deportiva con normalidad.
¿COMO TRABAJO?
Entrenamiento de evitación y alternativo
Una lesión no es sinónimo de inactividad. Se debe seguir un entrenamiento adecuado que permita mantener los máximos niveles de fuerza del deportista y a su vez enfocarse en mejorar sus puntos débiles para prevenir futuras lesiones o recaídas:
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Realizar entrenamiento de musculación de grupos musculares no afectados y completar "lagunas" de desarrollo muscular
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Mantenimiento de condición física general
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Hipertrofia muscular compensatoria
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Activación articular
Entrenamiento post-dramático
Una vez se hayan cumplido los plazos y se haya potenciado el resto de estructuras fisiológicas, llega el momento de proceder con la rehabilitación de la zona dañada con el fin de restaurar las funciones perdidas:
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Readaptación fisiológica de la zona afectada hacia los sistemas más utilizados en el desarrollo de las cualidades específicas de la especialidad deportiva.
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Planificación de las cargas con el objetivo de integrarse gradualmente a la dinámica del entrenamiento normalizado
Entrenamientode resolución final o perentorio
Una vez se tiene el alta médica el siguiente paso es seguir programando y planificando entrenamiento hasta recuperar un nivel óptimo de rendimiento, lo más igualado posible al nivel de condición que disponen el resto de deportistas de la competición:
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Lograr un nivel de condición física deseado según especialidad y capacidades anteriores
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Seguridad en la ejecución técnica a nivel equiparable con la situación anterior.
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Confianza en la restauración total para la competición.
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Integración total en el grupo de entrenamiento.
(Seirulo, 1986)